PARQUE NATURAL "SIERRA DE LA MACARENA"

Muchos viajeros, expedicionarios y turistas que han conocido la Sierra de La Macarena, la definen como uno de los sitios más bellos del planeta. La naturaleza se impone a través de sus colores mágicos, la música del agua, flora y fauna incomparables. Caño Cristales es por su condición, un paraíso de tranquilidad.

Aves de bello plumaje y canto melodioso, vegetación exuberante, ríos de agua cristalina y pura y un paisaje que invita a soñar, señalan que esa parte de La Sierra de La Macarena es región de enorme interés para los investigadores. Y para turistas amantes de la paz que allí reina, de un paisaje como pocos en esta época de atentados a la vida silvestre, a las especies animales y vegetales que engalanan con su existencia el legado de la naturaleza.

Ver las aves volar es un espectáculo pocas veces apreciado, al aire libre y en la libertad de su propio hábitat. Caño Cristales, a pesar de la devastación y el atropello de colonos y negociantes en madera que talan los árboles sin conciencia ambiental, aún es parte principal de la Reserva de flora y fauna de la Sierra de La Macarena. En otras palabras, es el lugar donde confluyen todas las bellezas de nuestra geografía colombiana.

Su futuro, por desgracia incierto, dependerá del clamor de los verdaderos defensores de ese imponente lugar, porque allí se recrea un ambiente silvestre que vale la pena conocer a fin de aumentar las voces de protesta en defensa de ese escenario de vida natural, atravesado por quebradas maravillosas, cascadas transparentes, riachuelos pintorescos y caídas de agua pocas veces apreciadas.

Las formaciones rocosas de la zona han atraído a muchos turistas, quienes de manera indiscriminada llegan hasta Caño Cristales. En muchos casos realizan una inusual forma de recreación basada en el irrespeto a la naturaleza. Invaden los lugares más bellos, inician quemas de árboles, dejan desperdicios por doquier, cazan animales en vías de extinción, etc. La Sierra de La Macarena debería estar más defendida por las autoridades ambientales. En este caso, por el Ministerio del Medio Ambiente.

LA SIERRA ENCANTADORA

¿Por qué hay que conocer la Serranía? Su flora y fauna son únicas, dada la confluencia de una biodiversidad representada por especies vegetales y animales, propias de la región Andina, la Amazonia y la Orinoquia. Allí es fácil advertir la riqueza ornitológica, quizás la más importante del mundo. La Macarena es una impresionante reserva natural, creada en Colombia por efecto de una Ley de la República en 1948, para proteger la flora nativa y la fauna que existe a lo largo de 1'131.350 hectáreas de extensión.

Es una gran cordillera que se extiende por más de 130 kilómetros de largo por 30 de ancho. En ese macizo montañoso, curiosamente se dan todas las formas de vida, desde bosques fríos, hasta selva húmeda tropical. Este hecho atrae a turistas de diversa índole: investigadores, excursionistas, fotógrafos y montañistas. Son muchas las personas que llegan allí para gozar de la belleza ambiental, relativamente resguardada contra múltiples atentados.

LOCALIZACION

Ubicada en el sur-oriente del Departamento del Meta, es un vasto pedazo del territorio nacional y comprende municipios importantes como San Juan de Guaviare, La Macarena y Mesetas. Limita con importantes ríos como el Guayabero y el Ariari. Muchas y hermosas quebradas como la Curia, cañones, valles y una riqueza natural representada en árboles nativos, plantas exóticas y paisaje sobrecogedor, hacen de la Sierra La Macarena uno de los destinos turísticos más apreciados hoy en día.

Por su situación geográfica, la Sierra ofrece el espectáculo maravilloso de sus ríos y quebradas, de riachuelos de agua transparente, de caídas de agua que van adquiriendo nuevos y hermosos colores a su paso. Es como si en su recorrido se tiñera de caracteres cromáticos, para brindarle al turista el regocijo de ver agua de colores corriendo por la región.

Los ríos Guayabero, Güejar y Duda atraviesan la Sierra y aproxima sus aguas hacia la Orinoquia. Este sistema fluvial se enriquece con quebradas, caños como los de Caño Canoas y Caño Cristal, de una belleza inigualable. Con sobrada razón, Andrés Hurtado García, uno de los más fervientes defensores de la Colombia verde y natural, en una de sus crónicas dijo:

..."Alguien me había descrito Caño Canoas. Desde entonces mis pies, con los cuales acaricio el mundo, hicieron la promesa. Hasta entonces Tipulo, en la casi frontera de Colom bia con Panamá, era en mis notas íntimas, la cascada más bella de Colombia.

Sobrevolé Canoas unas tres veces y mi adrenalina cósmica fue brotando en secreciones que no admitían espera. Partimos del pueblo de la Macarena, a orillas del Guayabero. Allí, Alfredo Quiroga, muchos años atrás, había desplegado para mis sueños, el embrujo de la Sierra.

"Un sol despiadado, como lo preferimos de compañero y 50 kilos en cada morral, hicieron inolvidables los cuatro días de camino. Al pasar saludamos en Caño Cristales a David y María, viejos amigos, y nos bañamos en los cinco colores del caño".

EL PARQUE NACIONAL LA MACARENA

Un centro de interés domina la vida de esta importante región del país. Se trata de la flora y la fauna que interesa a muchos. Existen pisos térmicos propios de la selva húmeda tropical, hasta suelos templados y fríos, aptos para el nacimiento de especies diversas y productos de alto valor: cacao, palmas, guayabos, zapotillos, algarrobos, etc.

Desde el punto de vista faunístico, existe la chucha mantequera, o real, marsupiales, murciélagos, variadas especies de micos y primates, osos hormigueros, el perro de agua, cocodrilos, lagartos y muchos otros animales.

COMO LLEGAR

Existen dos opciones para llegar hasta Caño Cristales y en general a todo el territorio de la Sierra La Macarena. Por vía terrestre, a través de un viaje que parte desde Villavicencio y que supone un gusto especial por recorrer caminos, observar paisajes diferentes, inmortalizar en video o en fotos, las imágenes que siempre habrá de recordar. La travesía se lleva a cabo dentro de los límites del gusto por la aventura. Por esta razón, nada mejor que viajar en grupos, en camperos fuertes y con el debido alistamiento, pues son ocho horas de recorrido.

La segunda alternativa es para quienes prefieren la vía aérea. Se viaja en avión monomotor de servicio público, que despega desde el aeropuerto de Villavicencio. Luego de una hora de vuelo, aterriza de manera agradable sobre el piso de la Sierra de La Macarena. Los vuelos son diarios y por lo general, es sencillo y organizado el itinerario.

Tomado de la Revista Vamos, del Circulo de Viajes Universal, No. 14, 1995